Habas con jamón, pescaíto frito, el remojón, la tortilla del Sacromonte, las salaillas, las patatas a lo pobre o las quisquillas de Motril. Solo escribir el nombre de estos platos de la gastronomía tradicional granadina se te hace la boca agua. Pues si quieres comer bien en Granada, síguenos.
Nota sobre el Algoritmo de Goaz
* La siguiente selección de bares y restaurantes en Granada ha sido resultado de los cálculos del Algoritmo de Goaz, que analiza diferentes métricas obtenidas de los viajeros (geolocalización, tráfico, analítica del uso y frecuencia de determinadas keywords consideradas como clave, interacciones con otros viajeros) y las cruza con las analizadas sobre el establecimiento (servicio, calidad, profesionales, confort, trato con el cliente, conocimiento sobre su negocio y resolución de posibles incidencias). Una vez obtenidos los datos desde diferentes fuentes, Goaz los coteja y obtiene una valoración del negocio, ofreciendo a los viajeros las mejores recomendaciones posibles..
En qué barrios comer
En las grandes ciudades siempre pasa lo mismo. Madrid, Barcelona, Valencia o cuando viajas a Córdoba también pasa. En la mayoría de estas ciudades existen las zonas turísticas y luego otras más apartadas por las que suelen moverse los lugareños. En la primera los precios suelen ser más altos y los platos menos genuinos. Aunque no es difícil encontrar lugares donde comer bien en Granada, tanto en en las calles más turísticas como en las menos.
Si vas a viajar a Granada, ten en cuenta que las zonas más concurridas son Campo del Príncipe (en el barrio del Realejo) y la zona de la Catedral (calle Elvira, Plaza Nueva, calle Navas, plaza de la Pescadería); y algo más alejados del centro estarían la plaza de Toros, el Zaidín o el barrio de la Chana (cerca de la Universidad).
Elegir un buen bar o restaurante
De todos modos en Granada, en general, como decíamos, suele haber una excelente materia prima, tanto en el centro como en los alrededores. Nosotros hemos recorrido sus calles y hemos visto muchos y excelentes lugares, tanto en la zona más turística como en el resto. Lo que es seguro es que no podemos viajar a Granada sin sentarnos en uno de sus bares y restaurantes a explorar la gigantesca diversidad de sabores. Es parte de su encanto.
Por eso, por si te sirve de ayuda y tu objetivo es comer bien en Granada, hemos escogido 10 lugares en la ciudad donde podrás catar las excelencias de sus cocinas. Elige la tuya:
- Desayuno en Perspectives
- Tapas en Casa Julio
- Carne a la brasa en Negro Carbón
- Plan romántico en el Huerto de Juan Ranas
- El Trillo con vistas a La Alhambra
- Un clásico: Cunini
- El Jardín de Zoraya con tablao
- Experiencia gastronómica en Damasqueros
- Tapas arabes en Om Kalsum
- Un helado en Gelato Grillo
Uno, desayuno en Perspectives
Está claro que antes de explorar Granada es necesario cargarse de energías. Porque no es una ciudad fácil de conocer. Lo cierto es que se hace querer. Muchas callejuelas, cuestas empinadas e infinitos rincones para curiosear. Eso significa que es aconsejable empezar la jornada con un buen desayuno. El Café Perspective (calle Elvira, 115) es nuestra sugerencia para desayunar o comer bien en Granada. Se trata de un desayuno internacional que resulta muy variado y delicioso. La tosta de aguacate con bacon o la selección y recomendación de cafés es impecable. Y si te quedas con hambre (que no creo), tienes la opción de pedir un bowl o un smoothie hecho con frutas frescas en el momento. También decir que todo es artesano y la materia prima es de primera calidad.
Dos, De tapas en Bar Casa Julio
El tapeo en bares y tascas es para el granadino un rito social irrenunciable. Casi es una forma de religión. Por cierto, a diferencia de otros lugares en España, las tapas en Granada se suelen servir gratis junto con el chato de vino o la caña de cerveza. Hay que puntualizar que, entre tabernas y bares, hay cientos de opciones para elegir. Hemos elegido este local pequeño – Casa Julio (calle Hermosa, 5) – situado cerca de la Plaza Nueva. Es uno de los lugares con más historia (abierto en 1947) y con mejores frituras de la ciudad, en especial las reconicidísimas berenjenas y las croquetas caseras. Delicatessen. El precio de las cañas es de 2 euros e incluyen una tapa y las medias raciones alrededor de 4-6 euros. Por cierto, se puede pedir gazpacho para beber y también te regalan una tapa.
Tres, Carne a la brasa en Albayzin
El restaurante Negro Carbón (Calle, Puente Cabrera, 9) no tiene más de tres años de existencia y, desde entonces, ha recibido muy buenas valoraciones en la mayoría de plataformas. Fue toda una aparición en la ciudad. Al que le gusten las carnes y verduras a la brasa está de suerte. Situado a orillas del río en el bajo Albayzin y algo escondido en su acceso desde el casco histórico, es un descubrimiento. Hay muchos tipos, categorías y cortes de carne a elegir – el camarero te aconseja según tus gustos – y luego las porciones son bastante generosas. Muy recomendables todas las carnes, las croquetas, la yuka o los chorizos argentinos también están riquísimos. Eso sí, solamente hay 12 mesas, por lo que hay que reservar con antelación para no quedarse fuera.
Cuatro, Para una velada romántica
Se habla mucho del romanticismo que desprenden ciudades como París, Venecia o incluso Sevilla, pero pocos se acuerdan de Granada. Y no hay duda que enamora a primera vista. Si decides viajar en pareja y estás buscando un lugar para comer bien en Granada, apunta el Huerto de Juan Ranas (Atarazana Vieja, 6). Las vistas son extraordinarias. Frente a la colina iluminada de La Alhambra, las emociones aumentan su intensidad. La terraza es ideal para una cena a la luz de la luna llena. El interior es cómodo y está repleto de detalles, pero sobre todo hay que destacar su bodega de vino, la cocina tradicional y los tomates y otras hortalizas, que, por cierto, cultivan en su propio huerto huyendo de cualquier aditamento químico.
Cinco, Con vistas a La Alhambra
En el Trillo (Callejón del Aljibe de Trillo, 3) hay que pedir un arroz sí o sí. Los bordan. Pero uno de los puntos clave en su éxito son las esplendidas vistas que dan a la majestuosa Ciudad Roja. Ahora bien, importante: hay que escoger la terraza superior. La imponente Alhambra te deja maravillado solo verla, iluminada, silenciosa, exultante en lo alto del monte. Desde el jardín del Trillo se aprecia en todo su esplendor. Es uno de los establecimientos más elegantes de la ciudad y de los mejor valorados en las redes. Es el lugar adecuado tras darse un paseo por el Albaizín.
Seis, Uno de los clásicos
En la zona del Mercado de San Agustín (cerca de la Catedral) hay dos lugares míticos en el tapeo granadino. El Cunini (Plaza Pescadería, 14), es conocido por sus frituras y quisquillas de Motril. Hay que tener en cuenta que allí se sirve uno de los mariscos de mayor calidad de la ciudad. La matería prima es de primera clase. Eso sí, hay que pedirlo aparte, no lo ponen con la cerveza. Si vas a allí a catar su variada lonja, tienes 3 opciones: hacerlo en su comedor, en su barra – llamada «el tranvía» por la cantidad de gente que se agolpa – o en el exterior, en su agradable terraza. Lo dicho, un clásico muy recomendable.
Siete, Con espectáculo flamenco
Muchos viajeros suelen pedirnos recomendaciones para comer bien en Granada pero, a poder ser, con espectáculo flamenco. Lo cierto es que hay una enorme diversidad de propuestas así en la ciudad. Nos ha costado elegir un lugar. Pero finalmente nos hemos decantado por el Tablao Flamenco Jardines de Zoraya, puesto que su restaurante es de gastronomía local y tradicional y cuenta con una gran solera. Y aparte, las actuaciones de flamenco son de primera categoría. Todos los días ofrece dos pases de flamenco: 20h y 22.30h, así como sábados y domingos a las 15h. Baile, cante y guitarra deleitan a las orejas más insensibles durante una hora para que así puedas descubrir la esencia más pura de Granada. Es fácil llegar: comparte muro con la iglesia del Salvador y está muy próximo del Mirador de San Nicolás.
Ocho, Experiencia gastronómica en el Realejo
Antes de nada, es importante subrayar que esta opción es para aquellos morros finos y sibaritas que cuando viajan les fascina probar restaurantes y ser sorprendidos por su creatividad. Si ese es tu objetivo, bienvenido a Damasqueros (calle Damasqueros, 3). Situado en Realejo, barrio judío de la ciudad, su alma es la chef Lola Marín, considerada una de las promesas de la cocina granadina. Cuentan con un menú semanal y siempre tiene que ver con la tradición andaluza. Muy recomendable la selección de vinos – más de 100 referencias -, por lo conviene pedir menú con maridaje, donde Santi el sumiller aporta su interesante grano de arena.
Nueve, Cocina árabe
No debería extrañar ver una gran diversidad de restaurantes árabes en Granada. Hay una gran afición en la ciudad. La cuestión es que estuvieron en esas tierras muchos años, o muchos siglos. La influencia es clara en la gastronomía andaluza. Hay muchos platos populares como las albóndigas que llegaron gracias a su presencia. Por no hablar del arte en el uso de las especias, que también es cosa de los árabes. Por eso, cuando caminas por la ciudad, existen numerosas opciones. Aquí nos gustaría recomendar estos tres restaurantes: el Om Kalsum (calle Jardines 17) – ojo, debido a la pandemia está cerrado temporalmente – el Marrakech (Calle Elvira, s/n) donde destacan las tapas de arroz bereber; y el Tajine Elvira (calle Elvira, 46).
Diez, un helado artesano
Para acabar el día (o para empezarlo, por qué no) vale la pena dirigirse a una de las mejores heladerías italianas – a un paseo de la Catedral – e hincarle en diente a un cremoso helado italiano. Nuestra sugerencia es la Grillo Gelateria Italiano (Calle de la Trinidad, 2). Se nota que son elaborados por ellos mismos con la receta original de su ciudad natal, en Pizzo Calabro. Son helados naturales. De panacotta con pera, el de mascarpone de mango o el de stratachela, no importa, son casi todos exquisitos. En definitiva, es el toque final de esta selección de propuestas para comer bien en Granada.