Qué hacer en Oviedo si vas un día: 10 planes muy recomendables

21 October 2020

Estamos hablando de la capital del Principado de Asturias, un destino en el que hay planes para todos los gustos y colores. Se trata de una ciudad muy cultural con sus monumentos prerrománicos, se encuentra a poca distancia de la costa (media hora en coche) y dispone de 185 kilómetros de espacios naturales. Oviedo es la escapada ideal para aquellos viajeros que tengan un día libre. De hecho, este artículo propone 10 ideas diferentes sobre qué hacer en Oviedo.


  • Uno, de plaza en plaza
  • Dos, desayunar una moscovita
  • Tres, ver la Sancta Ovetensis
  • Cuatro, conocer el Museo Bellas Artes
  • Cinco, las vistas desde el Naranco
  • Seis, ¿un cachopo o una fabada?
  • Siete, la ruta de las estatuas
  • Ocho, escapada a la costa de Asturias
  • Nueve, “shopping” en Oviedo
  • Diez, vámonos de sidras

Uno, de plaza en plaza

Como dijo Woody Allen: “Oviedo es deliciosa, exótica, bella y peatonalizada; es como si no perteneciera a este mundo, como si no existiera… Como un cuento de hadas”. En otras palabras, hay que caminarla. Es conveniente ir callejeando y admirando al mismo tiempo su patrimonio cultural e histórico, su vida tranquila y sentándose a comer de vez en cuando para saborear sus sidrinas y su deliciosa gastronomía. Para eso, las plazas son el lugar idóneo para entender a Oviedo.

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Las plazas son como la esencia de las ciudades. Hay que vivirlas. Empezando por el auténtico pulmón verde de la ciudad: el campo de San Francisco, un bosque que forma parte de la historia de la ciudad desde el siglo XIII; luego la plaza Polier o plaza de la Fortaleza es otra de las imprescindibles, allí Alfonso III el Magno ordenó levantar los muros para defender a la ciudad; también es importante visitar la plaza de Alfonso II el Casto, donde se alza la majestuosidad de la Catedral de San Salvador (ineludible); y la plaza Trascorrales con su original escultura de la Lechera; y, por último, la encantadora Plaza Fontán, con sus balcones plagados de flores, sus terrazas.

Dos, Desayunar una moscovita

El centro de Oviedo hay que recorrerlo sin prisas, parando de tanto en tanto, observando, picando algo de vez en cuando. La verdad es que las tentaciones son muchas, sobre todo en lo que se refiere al dulce. Hay numerosas confiterías y pastelerías en las que detenerse. Una muy conocida y aconsejada en general por los viajeros es El Rialto (calle San Francisco, 12). Tiene un toque muy tradicional y el ambiente es muy local. Eso sí, hay que catar las moscovitas, la especialidad. Se trata de un dulce tradicional asturiano a base de almendra y chocolate. No hay mejor manera de iniciar la mañana.

Las famosas pastas de Oviedo

Tres, Sancta Oventensis

Este es un muy buen lugar para seguir la ruta a pie por la ciudad. Su nombre completo es Santa Iglesia Catedral Basílica Metropolitana de San Salvador de Oviedo y, sin duda, es su monumento más importante. Fue mandada a construir (terminada en el año 821) por Alfonso II sobre las ruinas de la antigua Catedral levantada en el año 765 por su padre, Fruela I, y luego destruida por los árabes.

Su interior es espectacular. Hay que ver la Cámara Santa, que fue declarada Patrimonio de la Humanidad. Aquí se guardan desde el siglo IX los Tesoros y Reliquias de la Catedral de Oviedo: la Cruz de la Victoria (símbolo de Asturias), la Cruz de los Ángeles (símbolo de Oviedo), la Caja de las Ágatas, el Arca Santa (una caja de madera cubierta de plata la cual contenía reliquias de Jesús y La Virgen) y el Santo Sudario.

Cuatro, el Museo de bellas Artes

La parte cultural y artística de Oviedo es muy rica. Hay diversos museos que merecen mucho la pena, pero si hay que elegir uno que sea el de Bellas Artes (inaugurado en 1980). Situado en la calle santa Ana, al lado de la Catedral, ocupa tres edificios del casco histórico: Palacio de Velarde, La Casa de Oviedo-Portal y el edificio de la Ampliación. Cuenta con más de 15.000 piezas. Se pueden ver restos romanos y medievales encontrados en la reforma del museo. Alberga además retablos de la Edad Media, pinturas flamencas, barrocas y mucho más. Y entre los artistas más reconocidos se pueden encontrar obras de Picasso, Goya, el Greco, Dalí, Sorolla o José de Ribera. Y es pequeño, pero de enorme calidad. Y es gratis.

Cinco, las vistas desde el Monte Naranco y el Prerrománico

Una de las grandes diferencias que tiene Oviedo con respecto a otras ciudades es que se encuentra en las faldas del Monte Naranco, una colina en cuya falda con una altitud de 636 metros y con más de 30.000 metros cuadrados de naturaleza. Es un plan perfecto para contemplar la belleza de Oviedo desde la lejanía.

Si bien se puede llegar caminando hasta las iglesias prerrománicas ubicadas en el monte, para llegar hasta la cima requiere un mayor esfuerzo, por lo que está la posibilidad de hacerlo en coche. Eso sí, ten cuidado porque es una carretera muy pintoresca, pero angosta. Impone ver la ciudad desde el Cristo y es muy recomendable hacerlo por la noche ya que se ve toda la ciudad iluminada. Una vez allí, no hay que olvidarse de una de las joyas del prerrománico: la iglesia de Santa María del Naranco y la de San Miguel de Lillo.

Seis, ¿Un cachopo o una fabada?

Cuando llega el momento de recargar energías, en Oviedo no hay que pensar mucho. Las posibilidades son muchas. Hay dos platos que son muy aconsejables – especialmente si hace frío – para eso: puedes elegir entre el mediático cachopo y la tradicional fabada asturiana. Como muchos ya saben, el primero consiste en un filete de ternera rebozado y envuelto en jamón y queso, y el segundo es típico de la cocina asturiana y se elabora con faba asturiana (fabes), embutidos como el chorizo y la morcilla asturiana, y con cerdo. En fin, en ambos casos, las reservas de proteína están garantizadas. Por cierto, para probar un buen cachopo te recomendamos “la Sidrería de Pichote”, donde ganaron el concurso del mejor de España 2018 de Cerdo Asturcelta, Queso de Nata Ahumado, Frixuelo y Boletus. En cuanto a la Fabada, prueba aquí: Vinoteo.

Siete, Ruta de las estatuas

Es curioso, original y entretenido como Oviedo le ha dado a sus esculturas un protagonismo esencial en la ciudad. Es una manera muy simpática de explorarla. Actualmente hay más de 100 estatuas repartidas por sus calles y plazas. Y todas ellas tienen un significado. Además, son muy accesibles: las puedes tocar, hacer fotos y entender que papel han desempeñado en el mundo: historia, cultura, cine, arte… Hay tours que te muestran la ciudad desde el punto de vista de estas estatuas, desde la famosísima de Woody Allen en la céntrica calle Milicias Nacionales cerca de , pasando por “La Regenta” en la plaza de la Catedral o la de Mafalda en el campo San  Francisco, o la del “Culo” en la calle Pelayo.

Ocho, Escapada a la costa de Asturias

Ya hemos comentado que Oviedo tiene el privilegio de no estar lejos de nada. Si tienes un hueco, y el tiempo acompaña, no es descartable pasar un día en la maravillosa Costa de Asturias. Si coges el coche desde el centro de la ciudad, no te llevará más de media hora alcanzar la otra gran ciudad asturiana, Gijón; y si lo que buscas es una jornada de playa, tienes una hora escasa para llegar hasta la playa de Gulpiyuri (muy recomendable) o la playa del Silencio, en la parte occidental. En la costa de Asturias las opciones son enormes a todos los niveles: no solo Gijón y las playas, sino rutas de senderismo, planes en familia o paseos por pueblos pesqueros maravillosos como Lastres.

La costa de Asturias desde el cielo

Nueve, Shopping en la calle Uría

Desde el parque de San Francisco hasta las estación de tren, las tiendas se van sucediendo en la calle Uría y sus aledaños. Esta zona es el centro neurálgico de la capital, la parte comercial, como lo podría ser la Gran Via de Madrid o la Diagonal de Barcelona. El plan ir de tiendas por la tarde es muy habitual entre muchos oventenses. Allí puedes encontrate establecimientos de todo tipo, en función del presupuesto y, aunque dominan los locales de ropa de moda, hay numerosas joyerías y zapaterías también. Desde marcas como Stradivarius, Zara, Uterqüe, Women´Secret, Pull & Bear, Springfield y Oysho a la joyería Tous o Adolfo Domínguez y Mango.

Diez, De sidras por Oviedo

Si visitamos Oviedo, no podía faltar la sidra. Ni hablar. Hasta que no se prueba, no se conoce la verdadera alma asturiana. Además, cuando acaba el día, hay que despedirse como merece a la ciudad de Oviedo. Y uno de los planes más sugerente es acudir a la calle Gascona, conocida también como el Bulevard de la Sidra. Es difícil contar las sidrerías y chigres que hay allí. Cientos tal vez. Eso sí, busca lugares donde se escancie la sidra en vivo (si no lo puedes hacer tú, deja que te lo sirva un camarero; y así aprendes) pero no dejes que lo hagan las máquinas.

Por si te sirve de ayuda, aquí tienes una selección de 5 favoritas: El Ferroviario, que cuenta con más de 50 años de historia, o La Pumarada, Tierra Astur o El Pigüeña, donde os seguirán sirviendo sidra escanciada acompañado de una suculenta tapa (fabes, quesos o carnes). Para rematar esta ruta nocturna, hay que poner rumbo a los bares de la calle Mon.

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