Según parece, el nombre «Costa Blanca» se originó con un slogan de la compañía aérea British Airways en 1957 para promocionar la conexión entre Londres y Valencia. Desde lo alto predomina el blanco de la arena de sus playas de fina arena, el azul intenso del mar y los pueblecitos encalados. La ruta que vamos a iniciar ahora recorre precisamente esos 244 kilómetros de costa, desde Denia, al norte, hasta el de Pilar de la Horadada, al sur. Un viaje donde viviremos 10 planes en la Costa Blanca imprescindibles.
¿Dónde está la Costa Blanca?
Es importante entender que una cosa es la Comunidad Valenciana y su costa, formada por la costa del Azahar, que ocupa, al norte, el litoral de Castellón; luego, más al sur, encontramos la Costa de Valencia; y, finalmente, la Costa Blanca, que corresponde a Alicante. Y otra cosa es la costa de Valencia que, como hemos dicho, ocupa la provincia de Valencia.
Un clima saludable
La OMS ha certificado este tramo de costa como uno de los mejores del mundo. Ya sabemos que el Mediterráneo y sus playas son muy beneficiosos para nuestra mente y cuerpo. La brisa marina, la suavidad de sus temperaturas, la escasez de lluvias (hay sol 300 días al año) y la montaña del Montgó son las grandes valedoras de que este clima excepcional. Hay que tener en cuenta que, en invierno, la temperatura media se sitúa en los 18 grados y no suele bajar de los 15. Realmente agradable para explorar la zona.
De Denia a Pilar de la Horadada
Como decíamos antes, el trayecto nos llevará desde la parte más al norte de la provincia de Alicante, Denia, hasta el pequeño pueblecito de Pilar de la Horadada, casi tocando Murcia. La finalidad de este recorrido es conocer bien los lugares que valen la pena y, sobre todo, ir parando y disfrutando con las experiencias más interesantes con las que nos encontremos.
- La lonja de Denia
- Los 15 miradores de Jávea
- El peñón Ifach en Calpe
- La Playa de Albir en Altea
- Estrella Michelin en La Nucia
- El encanto de Finestrat
- Atardecer en Bol Nou
- Parque de las Salinas en Santa Pola
- Buceo en la isla de Tabarca
- La Laguna Rosa de Torrevieja
- La Torre de Pilar de la Horadada
1. La lonja de Denia y las gambas rojas
Ya hemos comentado que partimos desde la parte más alta (mirando el mapa) de la Costa Blanca: el pueblo marinero de Denia. Estos planes en la Costa Blanca los empezamos comiendo como Dios manda. Con uno de los frutos de mar más exquisitos que existen: las gambas rojas, oro rojo del Mediterráneo, en la Marina Alta. Y si buscas un buen lugar para degustarlas, El Faralló es un clásico que nunca decepciona: la gamba roja, las croquetas y el arroz a banda o la fideuá. Luego está la Lonja de Denia, donde se respira el auténtico espíritu de pescadores del pueblo: más gamba roja de Denia, y cigalas, erizos, pulpo, boquerones, calamares, pesca de cerco…
2. Los 15 miradores de Jávea
Este es uno de los tramos de costa más bonitos que existen. Y allí han creado una ruta de unos 30 kilómetros con 15 puntos donde detenerse. Son miradores, algo así como balcones del mar. El recorrido, que está perfectamente señalizado, se puede hacer en coche, pero aquí la película consiste en hacerlo en bici (a pie tal vez se haga pesado). No invertirás más de 3 horas. El consejo es hacer la excursión partiendo del mirador que está más al norte, Molins, e ir descendiendo hacia el sur, por Cap de San Antoni, Punta del Arenal, Sequia de la Noria, Cala Blanca, Caletes, Portixol, Illa, la Falzia, Cap Negre, Cap de la Nao, Pesqueres, Ambolo, Castell de la Granadella, La Granadella…
3. Subida al Peñón de Ifach en Calpe
Si bajamos unos kilómetros más al sur alcanzamos Calpe. Tiene muchas cosas aconsejables, en especial sus playas. Pero si dispones de un par de horas y unas buenas piernas te recomendamos otro de las planes en la Costa Blanca: ascender al Peñón de Ifach (a 332 metros de altitud), el símbolo de la ciudad. Son paredes de piedra calcárea que se levantan literalmente desde el mar. La subida y bajada a un ritmo rápido es posible en 2 ó 3 horas. Hay tramos que no son aptos para los que tengan vértigo. En días despejados, desde la cumbre se puede ver la isla de Ibiza.
4. Un chapuzón en la playa de Albir en Altea
En ese sentido hay que premiar a Alicante. Con 73 banderas azules – en la Comunidad Valenciana hay 134 y en España 688 – es la provincia con más banderas azules del país en el último año. Esto se debe al rigurosísimo control de calidad del agua que llega a alcanzar los 4.500 análisis al año y una comunicación muy clara sobre las medidas para preservar el óptimo estado del mar y las playas. La playa del Albir, en Altea – 500 metros de largo por 100 de ancho, de piedras y abierta a unas aguas preciosas – es uno de los ejemplos de sostenibilidad medioambiental en la Costa Blanca. Pues bien, darse un chapuzón en esta playa sería el cuarto de los planes en la Costa Blanca.
5. Estrenar una Estrella Michelin en La Nucia
En un momento dado, una excelente idea sería apartarse algo de la costa, adentrarse algo hacia el interior y sentarse frente a una mesa a degustar la gastronomía valenciana. Una idea puede ser probar el Xato by Cristina Figueira en La Nucía (al norte de Benidorm), que recientemente ha sido galardonado con la estrella Michelin. Un restaurante familiar con 104 años de historia donde bordan los arroces tradicionales aunque también son muy creativos: como el de galeras y nísperos.
6. Finestrat, un pueblecito con encanto
A espaldas de la mítica montaña del Puig Campana, Finestrat es uno de los pueblos de la Costa Blanca con mayor encanto, que respeta la estructura tradicional de sus casas. Es una parada interesante para darse un paseo y observar rincones curiosos en su precioso casco histórico, donde las viviendas se encuentran literalmente colgadas sobre el cerro. Es aconsejable pasarse por la Iglesia de San Bartolomé, del siglo XVII y de estilo barroco, y por el Castell, que se encuentra la zona alta del pueblo junto a la Ermita del Santísimo Cristo del Remedio.
7. Atardecer en Cala de Bol Nou en Villajoyosa
Entre los planes en la Costa Blanca, Villajoyosa es un pueblecito también muy agradable, con sus casas de colores colgadas sobre el cerro. Merece la pena andar un poco por su casco antiguo. Pero hay un rincón escondido frente al mar que es imprescindible, sobre todo cuando el sol se pone: Bol Nou. Allí hay un buen chiringuito y se come bien. Suelen poner música y se escucha el sonido de las olas arrastrando las piedras de la orilla y entonces, en ese instante, la desconexión es total.
8. El Parque de las Salinas en Santa Pola
Con encanto y tradición, esta ciudad data desde el siglo IV a.C, por ello aquí encontrarás numerosos sitios interesantes además de sol y playa. Una de las opciones más sugerentes es El Parque Natural de las Salinas, un conjunto de 2.470 hectáreas de marismas nacidas de la extracción de sal. El paisajes es absorbente y cautivador. Hay diversas rutas para los amantes del caminar, una de las cuales conquista la torre del Tamarit. El vuelo rosado de los flamencos es algo que uno no debe de perderse en este extraordinario parque.
9. Buceo en la isla de Tabarca
Desde el puerto de Santa Pola zarpan las barcas hacia la isla de Tabarca, situada justo enfrente. No te pierdas la oportunidad de conocer ésta pequeña isla habitada, que según la leyenda, fue donde desembarcó al apóstol San Pablo. De los sitios que no puedes dejar de visitar destacan la antigua muralla, el faro de Tabarca y la Torre de San José. Encontrarás muchas grutas y cuevas para visitar, que sirvieron de refugio de piratas, contrabandistas, presos y desterrados. Ten en cuenta que el fondo marino de la Isla fue la primera Reserva Marina declarada en España, sus aguas incluyen algas, pescados y la tortuga boba.
10. La Laguna Rosa de Torrevieja
A apenas 5 kilómetros de Torrevieja, en las salinas de la Mata y Torrevieja se oculta uno de los lugares más singulares de la zona. Las salinas están formadas por dos lagunas, una verdosa y otra con un característico color rosado que le confiere su composición única, separadas por un anticlinal llamado El Chaparral. Entre los planes en Costa Blanca este consiste en explorar este parque natural a pie o bien en bicicleta y así disfrutar de las orillas cristalizadas, las montañas de sal y los flujos de aves como flamencos.
11. La Torre de Pilar de la Horadada
Al final del recorrido, completamente al sur de la provincia de Alicante, topamos con Pilar de la Horadada. Está más cerca de la ciudad de Murcia (43 kilómetros) que de la ciudad de Alicante (68). El origen del nombre de Pilar de la Horadada tiene que ver con la construcción de numerosas torres de vigilancia que durante la época de la Reconquista se erigían sobre la costa para otear y evitar las incursiones piratas. Una de estas torres, la «Torre Horadada», que es interesante visitar.